Hoy, en el día en el que los Reyes Magos van a tener que trabajar para repartir los regalos que los niños se merecen, yo, como buen niño que soy (puede que la infancia la haya dejado atrás hace bastante) tengo que confesar que tengo que hacerles una petición. Antes de nada he de poner a todo el mundo en antecedentes, y es que hace 2 días conocí a una bella persona que me ha hecho ver la vida de otra manera. Y es que he estado en mis ratos libres con ella, divirtiéndome y enamorándome a pasos agigantados. En este punto de la conversación, he de puntualizar que el blog no ha cambiado de tematica, yo sigo hablando de videojuegos, y es que mi amor es hacia Mario Bros. Ahora algún graciosete estará pensando que me lo quiero beneficiar….en fin.
Mi primera experiencia en el mundo de los videojuegos fue con Super Mario Bros de la NES y tras un larguísimo paréntesis sin catar ninguna consola de nintendo, adquirí una Wii. A sabiendas de que a la consola lleva varios años en el mercado, decidí que era el mejor momento para comprarla. Tiene un gran catalogo de juegos para disfrutarla y ademas el precio es bastante tentador.
Siguiendo las recomendaciones de mis amigos y de las principales revistas online de videojuegos, compré el Mario Galaxy. Puedo decir que antes de jugar, era bastante escéptico y pensé que sería demasiado infantil para mí. Si, en cierto sentido Mario peca de infantil, pero ahí está su encanto, en su inocencia y su amor incondicional a sus amigos y a la princesa Peach.
Esperemos que no se presente con estas pintas al rescate, si no Mario va a tener que dar mas de una explicación....
Mario Galaxy es una vuelta de tuerca dentro de la jugabilidad clásica del fontanero y es que nunca he visto que las tres dimensiones le sentasen tan bien a nadie (perdón por decir esto Crash Bandicoot). La riqueza de los escenarios, la jugabilidad simple pero perfectamente adaptada al control de la Wii, otorga a este título un nivel fuera de lo habitual en un videojuego. Lejos de proponer una historia compleja que mantenga al publico pendiente de que ocurrirá, el argumento no puede ser más simple, en la noche de celebración de la fiesta de las estrellas, Browser y los suyos atacan el castillo llevándose a las estrellas y a Peach. Mario deberá recolectar las maxiestrellas para poder llegar hasta donde la princesa se encuentra apresada. Ni más ni menos, ni complejas tramas difíciles de comprender ni jugabilidades imposibles. Mario Galaxy es un juego transparente, que muestra sus intenciones en un primer momento y su objetivo es basarse en una jugabilidad endiabladamente buena.
Existen gran cantidad de galaxias a las que poder acceder a través del Planetarium Cometa. Evidentemente no podemos acceder a todas las galaxias al principio, si no que se van desbloqueando poco a poco gracias a la recolección de estrellas. La gravedad juega un papel importantísimo, ya que saltar de plataforma en plataforma es algo ya clásico y visto en gran cantidad de juegos, pero la gravedad cambiante y propia de cada plataforma, eleva el nivel de diversión y dificultad.
Evidentemente están presentes los saltos, pero esta vez podremos girar para poder acabar los enemigos. Esta decisión introducida en la jugabilidad, se agradece, ya que dentro de esferas con gravedad propia, seria muy difícil acertar con saltos sobre el enemigo. El nunchaku y el wiimote se comportan fenomenal en mis manos. Mientras con el nunchaku se puede mover al personaje, con el wiimote, podremos saltar, recolectar y lanzar estrellitas con las que aturdir a nuestros enemigos. En definitiva, el control es excelente. Ademas, en el modo de dos jugadores (que se puede activar en cualquier momento) la cooperación es primordial, ya que el primer jugador tendrá control de Mario, pero el segundo sera el encargado de recolectar estrellitas, lanzarlas y asistir en el salto para que este llegue mucho mas alto.
Hay que ver, a tu edad y aun tan infantil....bueno, mejor no digo nada.
Mención especial a los minijuegos que se salen del esquema de jugabilidad normal y es que si el control tradicional nos sabe a poco, existen juegos de ciertas áreas que son simplemente sublimes. El surf sobre ralla o caminar sobre una pelota, no hacen otra cosa que ampliar la grandeza del título.
Y es que un juego no es nada sin su banda sonora. Si, a veces la ausencia de música consigue un efecto genial en los videojuegos (el ejemplo más inmediato es el Demon Souls) la presencia de esta dentro del juego realzan la solidez del juego. Únicamente por su banda sonora, ya debería ser un juego de culto.
Después de deshacerme en halagos, he de decir que hay un aspecto que no me ha gustado tanto, y es que en las partes en las que se puede bucear, el control de la cámara se hace un tanto inestable, quitándole un poco de gracia a lo divertido de estar bajo el agua.
Lo más increíble de todo es que comencé a jugar pensando que poco tiempo iba a durar con el mando en las manos…que equivocado estaba. Después de meses buscando el juego que me llegase a enganchar lo suficiente como para que me lo acabase, por fin lo he encontrado y es que Mario tiene una vida apasionante que atrae a todos.
Vamos, que me he ido por las ramas. Lo que llevo intentando decir desde el principio, es que les pido a los Reyes Magos que me traigan el Mario Galaxy 2, que tengo que recuperar el tiempo perdido con Mario….snif…snif.
No hay comentarios:
Publicar un comentario